RURALFIT. El Box, ¿será quizá la boss?.

El Box, ¿será quizá la boss?.

Pasados unos 15 minutos, desde que salimos del metro, me encuentro que me he puesto el chándal que llevaba en la pequeña mochila escolar, que cogí a última hora para la ocasión (vaya preparación mala que hice en casa), mirando a mi alrededor en un espacio grande, abierto y con techos altos, al estilo nave industrial, hace frío pero una especie de calor energético se respira en el ambiente, hay cajas de madera por diversos sitios, barras fijas, unas especies de espalderas con barras transversales colocadas de manera irregular, objetos extraños de distinto peso, cuerdas de gran grosor pero que además parecen gomas, gomas elásticas, ruedas de tractor, y lo más curioso, una fauna humana alegre, sudorosa, ruidosa y como muy autóctona, pero cada ente es claramente diferente, hay altos, altas, bajas, bajos, calvos, calvas, melenudas, melenudos, peludos, peludas, barbudos, musculosos, musculosas, fibrosos, fibrosas, gruesos, gruesas, finas, finos, morenas, morenos, rubias, rubios, pelirrojas, pelirrojos, teñidos, teñidas,
africanos, africanas, europeas, europeos, asiáticos, asiáticas, americanas, americanos, oceánicos, oceánicas y por la poca ropa que algunos y algunas llevan, diría, que también antárticos, antárticas, mayores, jóvenes, puede que incluso extraterrestres, el abanico es tan amplio y dispar que cuesta creer que todo el mundo este aquí junto, lo único que parecen tener
en común es que nadie tiene obesidad, aunque estén mas gordos o más flacos, su aspecto es totalmente saludable, están en forma aunque, creo poder confirmar, que tienen un idioma propio.


Mientras estoy parado, en lo que podría ser la entrada a esta especie de nave industrial, la gente me saluda con gran animosidad e integración, no hay miradas raras o extrañas, salvo una pequeña risita de mi acompañante cuando ve mi estilo deportivo, lo cierto es que es la primera vez que me ve sin la ropa de trabajo y con un chandal, la imagen seguramente es jocosa. Pero la risita también esconde algo más, hay una persona al lado de mi acompañante, que se identifica como entrenadora con una camiseta que pone “Coach” (será el nombre, jajajaja), mi compañera de trabajo la presenta como, la entrenadora de los “master” (lo que digo, tienen un idioma
propio), que va a ayudarme y enseñarme el Box antes de que llegue el grupo con el que tiene un entrenamiento fijado, de forma que pueda valorar el lugar y lo que hacen, a ver si me gusta mientras pruebo ejercicios.

Lo cierto es que la guía que me acompaña, “Coach”, parece una atleta, es la Boss.